miércoles, 15 de agosto de 2012

Efectos del agua en tu piel

Dos tercios de nuestra piel están compuestos por agua. Este líquido es esencial para mantener la piel joven e hidratada. Por ello es preciso que tengamos presente lo importante que es beber la cantidad adecuada de agua al día.
 
Beber ocho vasos de agua al día nos ayuda a mantenernos hidratadas, pero también hidratan a nuestra piel y la protegen. Ella es uno de nuestros bienes más preciados y debemos cuidarla como se merece. Si a diario nos aplicamos cremas y seguimos estudiados rituales de belleza, también debemos tener presente lo importante que es cuidar la piel desde el interior. Durante todo el año, ella es la encargada de proteger nuestro cuerpo de las agresiones externas y acaba sufriendo sus consecuencias. Ingerir agua con frecuencia la ayuda a protegerse de los rayos del sol ahora en verano y de los efectos de la polución y la contaminación.

Si queremos que nuestra piel se mantenga joven y luminosa durante más tiempo no debemos olvidar hidratarla. Las cremas y lociones ayudan, pero el cuidado debe comenzar desde el interior. El agua mineral le aportará los nutrientes necesarios para que no se debilite. Una piel deshidratada se vuelve tirante e irritable, por eso ahora en verano es cuando más necesita que la protejamos.

Cuando nuestra ingesta de agua es insuficiente, la piel es la primera en notarlo. Poco a poco, la falta de líquido hace que pierda la elasticidad y se vuelva flácida. Su aspecto desmejora notablemente, ya que se vuelve de color opaco y grisáceo. Además, el envejecimiento se produce por la pérdida de agua en los tejidos. Por eso, si quieres mantener tu piel bella, sana, joven y luminosa no te olvides de beber la cantidad de agua recomendada.

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